No es la primera vez que la gente me pregunta, con gesto de sorpresa, si estoy un poco más alta. Y lo cierto es que en mi respuesta no cabe la duda: SÍ, estoy más alta!
He crecido porque voy tocando el cielo de puntillas, con los brazos extendidos para alcanzar estrellas y escuchar al universo como me susurra al oído que todo va bien; que dance mi vida sin preocupaciones.
Y de esta manera, al son de la AnarqNIA de movimiento, les explico que he descubierto que puedo ser agua y moverme, sinuosa, por las esquinas de una pequeña sala de baile. Que puedo ser, también, una tímida flor que se despereza y saluda a un nuevo día. O una gata presumida, que camina altiva para que la miren y la mimen con la mirada. Puedo ser lo que desee. Tan sólo a dos pasos firmes y la magia hace su función. Así que les animo a que pasen y vean!
Que pasen y vean que es posible. Que puedo escuchar el sonido de mi alegría, mirar los latidos de mi corazón acompasados, fluir mientras empujo al aire y me abro camino entre mis sueños o simplemente gritar bien fuerte un SÍ a todo lo que quiero en mi vida y un NO a lo que no me interesa.
Que es posible girar sobre mi misma y crear formas que explican mi historia, la que necesito sentir en ese momento. Que puedo entretenerme en mis carícias, cerrar los ojos y escanear cada músculo y agradecer a cada parte de mi cuerpo de ser como es.
Que pasen si quieren entrar en NIA. Es fácil. Si quieren crecer también, tan sólo necesitan dar dos pasos levantando las rodillas, extender los brazos como si fueran alas a punto de despegar su viaje y activar, sobretodo, su imaginación. Será entonces cuando ya estén preparados. Yo les animo, sencillamente, a que vuelen alto y disfruten de su trayecto.
A Rebecca.
Gracias por esa gran sonrisa
que iluminaba cada jueves nuestros sueños.
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