...el món dels M'agradaria...

Per a què m'enfado?

Aquesta és la pregunta que últimament se'm va repetint. I per a què me la faig, potser encara és un misteri. Però avui, inesperadament, he sortit d'aquesta pregunta per trobar-me amb una possible resposta. I aquest descobriment, sense jutjar si és cert o no, el que si m'ha generat és molta satisfacció.

M'enfado per situar-me, inconscientment, en el món dels M'AGRADARIA.

Quan m'enfado, en moltes ocasions, és perquè les persones han de pensar o actuar de la mateixa manera que jo... i no m'agradaria trobar una altra opció!

Quan m'enfado, és perquè les situacions no es donen, no surten com jo desitjo... i m'agradaria que fossin d'una altra manera!

L'origen de l'enfado, així, podria estar en els M'agradaria. Què passaria si no arribés a pensar o a imaginar si m'agradaria o no m'agradaria l'actuació de tal persona o la situació donada. Què passaria si només anés acceptant, en gerundi, el que la vida em va mostrant al moment? Doncs que, probablement, no m'enfadaria per la simple raó que no hagués pogut generar cap expectativa.

Tots els M'agradaria estan lligat a expectatives. Sense expectatives, vivint en present, és possible que aquest món dels Agradar no existís i els enfados s'haguessin extingit.

Una vieja fábula...

La oscuridad se acercó a Dios y le dijo:
-¡Ya estoy harta! Tu sol no deja de acosarme, de perseguirme. No puedo descansar nunca; a cualquier parte que vaya a descansar, viene él y, otra vez, tengo que volver a escapar. Y yo no le he hecho nada, ¡no es justo! He venido a ti para pedir justicia.

Era absolutamente cierto; la queja era justificada. Dios llamó al sol y le preguntó:
-¿Por qué te dedicas a acosar a la pobre oscuridad? ¿Qué te ha hecho?

- ¡Pero si ni siquiera la conozco, no la he visto en mi vida!
Que venga para que yo la vea; a lo mejor entonces comprendo algo. No recuerdo haberle hecho nada malo, ni siquiera la conozco. No hemos sido presentados, no nos conocemos. Esta es la primera vez que oigo hablar de ella, de esa tal oscuridad. ¡Hazla venir! -le contestó el sol.

El caso quedó pendiente porque Dios no podía traer a la oscuridad en presencia del sol. No pueden existir juntos, no se pueden encontrar. Donde esté la oscuridad no puede estar el sol; donde esté el sol no puede estar la oscuridad.

MIEDO. OSHO

¿Cuál es la diferencia?

La diferencia entre un valiente y un cobarde no radica en que el valiente no sienta miedo y el cobarde sí; no, esa no es la diferencia. Ambos sienten miedo, en la misma medida. Entonces ¿cuál es la diferencia? La diferencia es que el valiente sigue adelante a pesar de su miedo, y al cobarde le detiene el miedo. ¡Ambos sienten miedo!

Si encontraras una persona que no sintiese miedo, ¿cómo ibas a considerarla valiente? Sería una máquina, no un hombre...

Ser valiente es actuar a pesar del miedo. El miedo está ahí, el temblor está ahí, pero no te detiene; no te bloquea. Lo utilizas como un trampolín y, a pesar del miedo y del temblor, entras en lo desconocido.

Ambas posibilidades, el miedo y el valor, existen en todos los seres humanos. Todo dependerá de cuál de ellas elijas.

MIEDO. Entender y aceptar las inseguridades de la vida. OSHO

No necesitas ir a ninguna parte.

Estar a solas significa pureza. Estar a solas significa que eres tú mismo y nadie más. Estar a solas significa que eres oro puro; simple oro y nada más..., simplemente tú. El amor te hace solitario.

La soledad desaparecerá, pero brotará la solitud.

Soledad es un estado en que estás enfermo contigo mismo, aburrido de ti, cansado de ti y quieres irte a alguna parte y olvidarte de ti mismo. La solitud es cuando simplemente te sientes estremecido por tu ser. Eres dichoso simplemente por ser tú mismo. No necesitas ir a ninguna parte. La necesidad ha desaparecido. Eres suficiente en ti mismo.

TANTRA. OSHO

Desde la soledad a la solitud,

este es el camino que transito,

paso a paso, tomando conciencia

de cada momento caminado,

sin prisa pero, también, sin pausa.

ADELANTE! :)