La sabiduría no nos viene dada, sino que debemos descubrirla por nosotros mismos después de un viaje que nadie puede ahorrarnos o hacer por nosotros.
Me encuentro reflexionando sobre esta idea, pensativa, ensimismada y distrayendo la mente para no pasar página. Tras la lectura de unos cuantos capítulos sobre lo que este autor da a conocer como sus 30 "S" mágicas, me detengo en la "S" mágica de SABIO...
Dícese de sabio aquél que atesora conocimiento, pero cuanto de este ingrediente ha de ser necesario para ser considerado como tal? ... A voz de pronto se me ocurre esta pregunta y seguro que algunas más que le precedirán. De momento, para volar sin tener que gatear ni que sea un poquito uno ya tiene que ser un poquito sabio. Sugerente, por cierto, el título en cuestión: Si puedes volar; por qué gatear (Bernabé Tierno)
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