martes, 25 de enero de 2011

El niño

Un ser hermoso viaja a la Tierra,
lleno de amor profundo y valor infinito,

un regalo maravilloso para traer más luz,
amor por nuestro planeta, y un propósito tan luminoso,

viaja desde el cielo, sobre las alas de un Ángel,
con compasión y conocimiento en lo más profundo,

ojos que brillan maravillados, con tanto para compartir,
amables y bondadosos, interesados por todos,

uniendo los Cielos en gozoso regocijo,
están aquí para enseñar las verdades del crecimiento y la creación,

un niño nace, para crecer y desarrollarse,
pero el mundo es demasiado duro, afilado y frío,

"eres tonto, eres malo",
"me haces enfadar"
"eso es estúpido, eso es tonto"
"haces que me sienta desanimada",

"eres tonto, eres malo",
"cierra la boca, mantente limpio",
"mira ese desorden",
"me provocas tanto estrés..."

un camión lleno de equipaje, "Soy malo y malvado",
una carga tan grande, y es apenas un adolescente.

La misión del cielo casi olvidada,
intenta insensibilizarse ante un mundo doloroso y canalla.

Los colores van desapareciendo, el espíritu está muriendo,
vaciándose de vida, dejando de intentarlo,

guardándose de las palabras, demasiado asustado para hablar,
gris, tímido, ansioso, temeroso y débil,

seguridad en los números, sé agradecido, no te quejes,
trabaja duro, demuestra que vales, gasta más, sé un clon,

sigue a la multitud, demasiado asustado para pensar,
escribiendo una historia con tinta diluida,

un engranaje en un reloj, existiendo a diario,
el espíritu llora, grita, resiste,

dolor interior, agitación, conflicto creciente,
desesperado por un poco de paz, se inflige daño,

perdido y solo, la mente busca una solución,
comida, drama, drogas, contaminación interior,

violencia y delincuencia, muerte y enfermedad,
problemas mentales, bultos de ansiedad,

suficiente, basta, suficiente, es demasiado,
el barril está lleno, algo debe romperse,

se instala la enfermedad pero los medicamentos no la resuelven,
el paciente lo intenta, pero el dolor no remite,

los síntomas no se parchean con médicos y pastillas,
los problemas son inmensos, enfermedades "misteriosas",

pidiendo ayuda a gritos, el final de la vida se acerca,
gracias a Dios, un Ángel aparece valientemente...

Amor y apoyo, empieza a sacar la maleta,
soltando el pasado, encontrando el camino de regreso,

cada vez más libre, cada vez más liviano,
visiones de finalidad, el mundo parece más luminoso.

Descubriéndose a sí mismo, confía en la orientación interior,
permiso para brillar, la luz se extiende ampliamente.

Perdonando y sanando, nuevo día, nuevo nacimiento,
una vez más, trayendo... un Cielo puro a la Tierra.


Poema de Hazel Trudeau.
Los niños índigo. 10 años después. Lee Carroll y Jan Tober.
A LOS QUE...
conocedores de su luz,
la comparten.
A ti.
A mi.

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