jueves, 9 de junio de 2011

Un amor CON doble SIN



Salta, salta, salta! - se animaba con insistencia.

Parecía un salto a un vacío que no tenía miedo. Un salto a un lugar llamado nada, porque el objetivo final no era encontrar algo. Toda la libertad que necesitaba para seguir volando vendría acompañada de aquel gran salto. Simplemente, tenía que dejarse llevar por el movimiento y dibujar sus formas en el espacio.


Crear con Nia formas propias en movimiento, y experimentarlas una y otra vez como únicas, la había animado a saltar en más de una ocasión.


Dar un salto enérgico, pequeño o grande, íntimo y sensual o demasiado extrovertido, daba igual. Lo que era importante es que sabía que su salto la llevaría a la mejor declaración de amor que había escuchado en años. Un amor CON doble SIN: en SINcronía y en SINtonía.

Salta, salta, salta! - se repetía.


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