jueves, 4 de julio de 2013

¿Por qué no me permito jugar?

No importa el resultado. Valoro mi proceso. Da lo mismo dónde los demás lleguen. Y estará muy bien si lo han conseguido. Si se sienten satisfechos por lo logrado. Estará siendo igual de bien si yo, por mi parte, siento o no  lo mismo. Porque lo que importa es mi proceso, me repito.

Y siento la tristeza de no llegar; de no poder dar más de mi; de no permitirme jugar a no ser yo y fantasear con las historias. Y siento, claro está, esta exigencia en mi; que me bloquea y no me sienta bien.

Así que hoy sigo bailando la canción de ayer. Y mañana es posible que lo haga también. Quizás intente permitirme jugar. Sin juicio; ni dentro ni fuera.  Porque el resultado no es lo más importante, me afianzo.

Una cuenta cuentos me  ha prestado su libro de recetas. De él escojo los ingredientes que hoy necesito: LA CONFIANZA y LA PACIENCIA.


Receta para tener CONFIANZA:

  1. Se recomienda pensar que uno es más listo que tonto.
  2. Respirar a menudo; si uno se ahoga pierde la confianza.
  3. Trazar una línea debajo de los pies y sentir con alegría: ¡HE LLEGADO HASTA AQUÍ!
  4. Salúdate a ti mismo de vez en cuando, como si te acabaras de encontrar: "HOLA, ¿QUÉ TAL?". Y por supuesto, alégrate de verte.

Receta para ser PACIENTE:

  1. Cuatro frutos del árbol de "no importa".
  2. Batir con azúcar de parsimonia.
  3. Meterlo en la nevera y, cuando esté frío, beberlo con calma durante la vida entera.
  4. Como conviene esperar, se puede tomar un aperitivo de "mientras tanto", sacar la cabeza por la ventanilla y disfrutar del paisaje, encontrar amigos, enamorarse, tener hijos o no y hacerse viejo.

Recetas de lluvia y azúcar. Eva Manzano y Mónica Gutiérrez.

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