¡Ya lo tienes!

Cómo seria caminar con los pies en el techo? Esta pregunta ha sido mi puesta en escena. He apostado por esta cuestión y la he compartido con un pequeño público. Ridículamente interesante!

Me dejaba sentir por el suelo de la sala. Estirada, me movía buscando nuevas perspectivas. Si concentraba la visión hacia abajo, todo era lo mismo, una copia de reflejos de luz. Si miraba fuera de la ventana, me dedicaba a contar los pájaros que correteaban entre las nubes densas por la cantidad de agua que acumulaban... Bien, todo esto estaba bien... pero decidía volver la mirada hacia un lugar más cercano: el techo de la sala dónde me encontraba estaba lleno de fluorescentes  apagados, diversos agujeritos en fila, tonalidades de pintura diferente marcando el paso al tiempo. 

Y desde aquí, desde marcar el paso, se me ocurría cómo seria caminar en ese espacio. Y mis pies se ponían en posición y mis piernas y mis rodillas también acompañaban. Podía ir rápida o más despacio, de puntillas o con toda la planta apoyada, incluso me podía imaginar yendo en bicicleta... todas las posibilidades al alcance, esta vez, de mis pies!

Este estado bobo era mío, íntimo, personal... pero se trataba también de compartirlo...y de  ahí, entonces, que me enfocase en esa hilera de miradas que me observaban y como lo hacían tan bien... decidía compartir mi sonrisa para encontrar la complicidad de todos aquellos ojos indiscretos ...

¡Ya lo tienes! - se oía de fondo la voz de  la profesora- Esa es tu esencia, trabájala, poténciala y ¡compártela con quien te mira!

Una pequeña experiencia en un taller muy grande.

L'Estat del Clown. Diana Gadish.

APUNTES PARA SEGUIR CAMINANDO:

1. Delante, detrás, a los lados...en todas partes se abre una ventana de posibilidades.

2. A veces, menos es más.

3. Todo está en uno, las polaridades forman un mismo algo: lo absurdo y lo ingenioso; lo abstracto y lo concreto;...

4. Lo extraordinario también se encuentra en lo cotidiano.