viernes, 6 de diciembre de 2013

Diario de vacaciones XXIV

LA VIDA TIENE UNA CAJITA DE PARADOJAS

Día 24:

Hoy me he levantado con la palabra Bizcocho en la boca.  Cuando la he masticado bien, me he dado cuenta que desprendía un sabor dulzón poco empalagoso y un gusto a picante un pelín atrevido. Y lo he dicho bien, aunque suene paradójico y lleno de contrastes: un pastel de esencia dulce y picante a la vez!

Bizcocho integral de manzana y cúrcuma


Después de desayunar, me he entretenido con las palabras y las he empezado a ordenar por colores. Me gustan los colores, pero el que más,  el más personal para mí se llama Azul, Blau o Blue (según la lengua que se utilize). Pues bien, como decía, con mis palabras de color azul he resuelto un trabalenguas que llevaba tiempo encallado. La solución se escondía entre las páginas de un libro: No había culpable, ni víctima ni perdón. Había mi presencia al amor y a este encuentro íntimo conmigo misma en mí misma ( Hacia el amor verdadero. Marie Lise Labonté ) 

Luego me he dejado llevar por otra pequeña historia que me he contado rápido, porque hoy no hay manera de vencer la pereza y ponerme a trabajar con las notas (me encantaría que éstas fueran más musicales, pero eso sería otro cuento). Este cuento trata de las palabras inventadas. He cogido sólo un trocito para no empacharme. ¡Qué rico!

El país de les paraules inventades.

Tú saps què passa amb les paraules quan surten de la teva boca? Sí, sí. Són invisibles, però on van? Jo t'ho diré. Se'n van al país de les paraules, que és un país que hi ha a dalt del cel, girant a mà esquerra, després de l'arc de Sant Martí i abans del riu dels llamps i trons. Allà, al país de les paraules, cada persona hi té un armari de colors amb molts calaixos. Quan tu dius: "Cul", la paraula "cul" se'n va volant cap al país de les paraules. I quan hi arriba, els follets li miren l'etiqueta i diuen: "Ah, mira, aquesta paraula és de...". Com te dius, que no m'enrecordo? Doncs això. I  la posen al teu armari.

Contes infantils contra tot pronòstic. Empar Moliner.


Pues eso, pan con queso (que decía siempre un buen amigo mío). Me voy a dedicar a organizar mi armario para ponerme a contarme historias cuando esté abrumada por un día vago como hoy. Y otra paradoja, los días vagos como hoy se me presentan cuando más cosas tengo que hacer!

Y os seguiría regalando retales de aquí y de allá, pero creo que el deber por fin me llama y debo ponerme a escribir mis notas. Me voy con esta música a otra parte (me encantan también las canciones que cantan al aprendizaje y me ayudan a saltar bien alto y hacer mucho el saltimbanqui).

Hasta otro ratito!


Trast! Camina.



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