martes, 3 de septiembre de 2013

Diario de vacaciones II

     QUIEN CORRE DEMASIADO, A VECES NO SABE A DÓNDE VA

Día 2

Anoche decidí que me despertaría con el sol. Y esta mañana, muy temprano, los primeros rayos se presentaban por mi ventana. Un baño solar a primera hora, cuando se está de vacaciones, nunca viene mal.
Después del espectáculo, he desayunado las galletas de avellana que compré ayer y me he preparado para salir a la calle.



Mientras caminaba, he observado que hay gente que también necesita vacaciones. Personas que corren demasiado y que quizás tengan que pausar su tiempo. Pienso que es importante ser consciente de ello para poder disfrutar de cada momento.

Digo esto y hoy he aprovechado bastante bien las horas. Me he perdido en una biblioteca de libros. Había de todos los colores, tamaños y formas. Los tenían de aventuras y de pesadillas. También de amores secretos y de historias inventadas. Y he dedicado un buen rato a ordenarlos. Al principio, no sabía muy bien cómo. Después, colocarlos por editoriales me ha parecido la opción más sencilla. Y de esta forma se ha pasado la mañana.

Por la tarde, he salido a dar una vuelta por el centro. Necesitaba un vestido para la boda de mi primo. Y a veces, cuando menos te lo esperas, encuentras lo que buscas. Y esto es lo que me ha pasado. Que he encontrado algo bonito que ponerme. Un vestido que no es de cuento pero si de hada de bosque. Y me gusta mucho. Ha sido todo un regalazo.


                    



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