LAS PENAS Y LAS ALEGRÍAS COMPARTIDAS SIEMPRE SON MÁS DULCES
Día 3:
La mañana está llena de gotas de rocío. Darme cuenta de su presencia mientras camino, es maravilloso. Y, aún lo es más, si te sientes con las sábanas pegadas al cuerpo y los ojos todavía legañosos.
Como estoy de vacaciones, anoche me acosté tarde. Dediqué el tiempo a Mamma Mia!, a recordar viejos momentos y cantar las canciones de ABBA que más me gustaban de chiquitita. Me dormí repasando mentalmente algunas de sus melodías. Para mi, la música es una sonrisa grande y alegre que endulza los mejores sueños.
Hoy mi almuerzo ha sido diferente. He probado un bocadillo de pan integral y paté de finas hierbas. Todo ecológico y muy natural. Me lo he comido cuando ya me he cansado de jugar a lo que fuera con tal de pasar un buen rato.
Me he entretenido con las cartas del Uno, con el Monopoly, con el parchís y el ajedrez. También con unos cuantos puzzles de ciudades del mundo y algo tan cercano como completar un mapa de las comarcas de Cataluña, hecho con piezas de madera. Y además, he descubierto un juego nuevo: Memorias de Idhún.
Al mediodía, he quedado para comer con un grupo de amigos. Ya hace tiempo que compartimos juntos grandes aventuras.
https://www.youtube.com/watch?v=ih4JqI44Qz8 ABBA. Chiquitita.
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