lunes, 2 de septiembre de 2013

Diario de vacaciones



    MIRA LA OSCURIDAD PERO CONCÉNTRATE EN GENERAR LUZ

Día 1:


Dicen que cuando uno está de vacaciones se siente lleno de energía. Quizás sea porque durante esta época se eliminan todas las tensiones acumuladas el resto del año. Los días pasan relajados, con un entusiasmo que contagia. Son días cortos; llenos de propósitos. O eso es lo que dicen.

Pues bien, hoy me he propuesto empezar un nuevo proyecto: sentir unas nuevas vacaciones. Así que esta mañana me he levantado más fresca que una lechuga y, después de una ducha relajante, he desayunado mi ración de copos de avena y les he añadido algo diferente: un toque de canela.

Una vez preparada, he salido a la calle a dar un pequeño paseo. El sol brillaba con fuerza y entonces me he acordado que hacía tiempo que no visitaba a mis amigos del colegio. Me he acercado al lugar donde solíamos jugar. Y allí estaban todos, con los brazos abiertos, recibiéndome. Ha sido toda una sorpresa. Hemos hablado del paso del tiempo y de todas nuestras cosas ( las que se pueden contar y las que no pero se intuyen). Hemos pasado unas cuantas horas juntos y después de darle tanto a la lengua alguna cervecita ha caído.  

Por la tarde he quedado con mi amigo Miguel. Hacía semanas que no sabía nada de él. Y también hemos hablado mucho: de todo y de nada. Me ha sugerido ideas divertidas para un viaje juntos  y yo se las he aceptado encantada. Al despedirnos, he notado la franqueza de su abrazo.

De camino a casa, he descubierto un lugar fantástico para hacer una buena compra. Me ha resultado exótico investigar nuevas maneras de cocinar. Y he cargado una bolsa con semillas de comino, alga wakame, sopa juliana, levadura natural de espelta, galletas de avellana y unas ramitas de canela, quizás, para darle un sabor especial a un próximo postre.

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