A VECES, LOS DETALLES MÁS PEQUEÑOS ENCIERRAN UN GRAN VALOR
Día 11:
Hoy he disfrutado de un día grande, con TODO escrito en MAYÚSCULAS! He salido de casa con una sonrisa en el corazón y he empezado a caminar contenta, por nada en concreto y mucho en particular. Tenía ganas de llegar y emprender un nuevo curso. Sí. Esta vez me he propuesto estudiar en mi tiempo libre. Creo que, aún estando de vacaciones, siempre va bien aprender alguna cosa nueva, por pequeña que ésta sea.
Así que lo tenía ya todo preparado encima de la mesa. Un equipaje muy especial, compuesto de unas cuantas letras, bastantes números y un sinfín de emociones, todas bien mezcladas para ser digeridas a lo largo de la jornada escolar.
Y la mañana ha pasado deprisa. Sin apenas enterarme, se ha llenado de reencuentros infantiles y de un delicado sabor a construir algo juntos. Y mientras nos mirábamós y nos reíamos todos y todas a la vez, y de vez en cuando en una sola voz, el sol se ha asomado a nuestra clase y se ha quedado en la ventana dibujando una fiesta de colores con mucha luz.
La tarde, después de estos momentos tan tiernos, ha resultado mucho más discreta.
https://www.youtube.com/watch?v=f00BCPfQQA4 Lluis Llach. Tendresa.
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